João Pimenta da Silva, de 71 años residente en Minas Gerais, perdió la vida mientras perseguía su sueño dorado literalmente, brasilero hizo un pozo, cayó dentro de él y murió.
En una historia tan peculiar como trágica, João Pimenta da Silva, un brasileño de 71 años residente en Minas Gerais, perdió la vida mientras perseguía su sueño dorado literalmente. Movido por un sueño que le revelaba la existencia de oro bajo su cocina, decidió emprender una excavación propia, resultando en una serie de eventos cómicos y desafortunados.
El hombre, con la firme creencia de encontrar un tesoro escondido, contrató a un grupo de personas para cavar un pozo de nada menos que 40 metros de profundidad debajo de su casa. Su determinación se vio alimentada por la visita de un «espíritu» en sus sueños, que le instigó a emprender la búsqueda del preciado metal.
Sin embargo, la odisea tomó un giro inesperado y fatal cuando, durante una inspección personal del agujero, João Pimenta da Silva resbaló, perdió el equilibrio y cayó en su propia excavación. A pesar de los esfuerzos por rescatarlo, el septuagenario no logró sobrevivir a la caída.
