Caso Próvolo, causa abusos sexuales a chicos sordos en Mendoza: absolvieron a la monja Kumiko Kosaka.
Caso Próvolo, este miércoles, se dio a conocer el veredicto para las últimas acusadas del Instituto Próvolo, un caso que ha generado repercusiones a nivel mundial debido a los abusos sexuales sufridos por 20 niños y niñas hipoacúsicos que asistieron a esa escuela albergue de la Iglesia Católica en Luján de Cuyo, Mendoza, hasta finales de 2016. La absolución de las nueve mujeres acusadas por abusos o encubrimiento ha provocado indignación entre las víctimas y sus familias.
La monja Kumiko Kosaka enfrentaba el mayor pedido de pena, con la querella y la fiscalía solicitando 25 años de prisión por su imputación por abuso sexual gravemente ultrajante y su participación en otras violaciones. Sin embargo, no fue la única absuelta por complicidad, ya que la ex madre superiora, la monja Asunción Martínez, también fue exonerada, así como otras mujeres acusadas, incluyendo directoras, la cocinera, y empleadas.
En este segundo juicio oral, participaron 11 víctimas, menores sordos que, entre 2005 y 2016, sufrieron abusos sexuales en la escuela albergue. Todas las víctimas declararon mediante el sistema de cámara Gesell, asistidas por intérpretes de lengua de señas. Su presencia en la sala durante el veredicto provocó conmoción y desconsuelo, en contraste con la histórica condena a los sacerdotes Corbacho y Corradi en 2019.
Las mujeres absueltas, entre ellas la monja Kumiko Kosaka, enfrentaban acusaciones como partícipes primarias y cómplices de los abusos cometidos por otros condenados. El abogado de Kosaka argumentó la demonización de su imagen durante la investigación.
El tribunal, compuesto por las juezas Gabriela Urciuolo, María Belén Renna y María Belén Salido, emitió el veredicto en un contexto donde las víctimas tenían diferentes grados de sordera, con intérpretes presentes tanto en la sala de sentencia como en circuito cerrado de video para garantizar su participación.
El caso del Próvolo ha tenido un impacto mundial, siendo la primera vez que se juzgan a sacerdotes de esta orden religiosa que depende del Vaticano y tiene sedes en Verona, Italia, además de La Plata y Mendoza, en Argentina. El edificio del Instituto Próvolo en Mendoza, donde ocurrieron los abusos, fue adquirido por el municipio de Luján de Cuyo y transformado en el Parque Cívico de Luján.
