El corte masivo de agua que afecta a miles de vecinos en el Gran Mendoza ha generado un profundo malestar. Lo que en un principio se pensó que era un simple corte programado, se ha convertido en una situación caótica que evidencia serios problemas estructurales en el sistema de distribución de la provincia. Las quejas se multiplican a través de redes sociales y en las calles, donde la gente expresa su hartazgo por la falta de un servicio esencial y por la escasa comunicación de la empresa.
Desabastecimiento y enojo en los barrios
Desde la madrugada de hoy, miles de hogares en departamentos como Guaymallén, Las Heras y Luján de Cuyo reportaron baja presión y, en muchos casos, la ausencia total del suministro. Familias enteras se encontraron sin agua para las tareas más básicas, como cocinar, higienizarse o mantener la limpieza, lo que ha transformado la rutina diaria en un desafío frustrante. La gente denuncia que no se trata de un simple inconveniente temporal, sino de un problema recurrente que exige una solución definitiva.
Fallas inesperadas al descubierto
Lo más preocupante del corte de agua en Mendoza no es solo el desabastecimiento, sino que este incidente expuso deficiencias que la red hídrica venía arrastrando. Según trascendidos, las fallas se deben a una serie de roturas en viejos acueductos que colapsaron ante la presión. Estos problemas, que supuestamente ya habían sido reparados, han reaparecido con más fuerza, lo que revela la precariedad de la infraestructura y el riesgo latente de futuros colapsos. Mientras tanto, Aysam no ha dado precisiones sobre cuándo se restablecerá completamente el servicio, lo que incrementa la molestia y la incertidumbre de los afectados.
