El caso «Nth Room» de Corea del Sur vuelve a ser el centro de atención, esta vez bajo una nueva forma conocida como el «Nuevo Nth Room», que ha desatado una crisis digital en el país. Desde 2020, cuando se revelaron los detalles del primer caso, la plataforma Telegram ha seguido siendo utilizada para la difusión de contenido ilegal, pero ahora la situación ha empeorado con el uso de tecnología de inteligencia artificial y deepfakes, lo que ha amplificado la gravedad de estos crímenes.
¿Qué es el «Nuevo Nth Room»?
Este escándalo involucra una serie de grupos en Telegram con más de 212,000 participantes, donde los usuarios comparten imágenes y videos explícitos de mujeres, muchas veces sin su consentimiento. Para acceder a estos grupos, los participantes debían enviar fotos o información personal de conocidas, como compañeras de clase, hermanas o amigas. Lo más perturbador es que varias de estas imágenes se generan a través de deepfakes, utilizando inteligencia artificial para alterar fotos de mujeres y hacerlas parecer reales en escenarios comprometedores
Además de los deepfakes, el contenido incluye videos de lo que los perpetradores llaman «habitaciones de humillación», donde se alienta a los miembros a compartir fotos íntimas de familiares, incluyendo menores, sin su consentimiento. Estos actos, que abarcan desde la publicación de contenido robado hasta grabaciones obtenidas mediante coacción, son parte de un patrón más amplio de violencia digital
Conexiones con figuras públicas y rumores
El escándalo ha ganado aún más tracción tras la especulación de que varias celebridades podrían estar involucradas. En agosto de 2024, se viralizó el rumor de que más de 200 ídolos del K-pop podrían estar vinculados a estos crímenes. Aunque no se ha confirmado oficialmente la implicación de figuras públicas, la noticia ha provocado gran conmoción entre los fans y ha aumentado la presión sobre las autoridades para investigar a fondo
Este nuevo escándalo también ha revivido el debate sobre la falta de control sobre plataformas como Telegram, que, a pesar de ser clave en la organización de estos crímenes, ha mostrado poca cooperación con las autoridades surcoreanas. De hecho, el CEO de Telegram, Pavel Durov, fue arrestado en París en agosto de 2024 por su presunta falta de respuesta ante las solicitudes de colaboración en la investigación de delitos cibernéticos, incluyendo la distribución de imágenes ilegales
La respuesta pública y las autoridades
La revelación de estas nuevas redes ha generado una gran movilización entre los internautas. Usuarios de redes sociales han empezado a exponer a los responsables, compartiendo información personal de los involucrados, muchos de los cuales son estudiantes de secundaria y universidades de prestigio en Corea del Sur, lo que añade otro nivel de complejidad a la situación
A medida que las víctimas salen a la luz y más detalles sobre los crímenes se hacen públicos, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para desmantelar estos grupos y llevar a los responsables ante la justicia. Sin embargo, la complejidad del caso y la capacidad de los delincuentes para operar en la sombra de la web presenta desafíos significativos para los investigadores. La sociedad surcoreana sigue presionando para que se tomen medidas más duras contra la violencia digital y para que las plataformas que permiten la difusión de estos contenidos sean reguladas de manera más estricta.
El caso del «Nuevo Nth Room» es un triste recordatorio de la evolución de los crímenes digitales y de cómo la tecnología, en este caso los deepfakes y las redes sociales, se puede usar para fines destructivos. Las autoridades de Corea del Sur enfrentan el desafío de combatir estos crímenes en un entorno cada vez más digitalizado, mientras que la sociedad demanda respuestas y justicia para las víctimas de estos graves delitos.