La zona industrial de Mendoza respira un aire diferente desde que quedó habilitada la renovada calle Alsina, una arteria clave para el movimiento diario de empresas y vecinos. La obra, largamente esperada por quienes transitan a diario el sector, promete alivio en la circulación y mayor seguridad vial en un área estratégica para la economía provincial.
La calle Alsina conecta sectores neurálgicos de Godoy Cruz con el corazón industrial, y su deterioro había sido motivo de reclamos durante años. Pozos, banquinas destruidas y falta de señalización eran obstáculos cotidianos que complicaban el transporte de carga y el tránsito de quienes trabajan en fábricas, depósitos y talleres. La repavimentación y la incorporación de nueva infraestructura vial representan un salto cualitativo para quienes dependen de esa ruta urbana.
La obra incluyó carpeta asfáltica de alto rendimiento, nueva demarcación horizontal, luminarias LED y mejoras en la accesibilidad peatonal. Estas intervenciones buscan extender la vida útil de la arteria y garantizar condiciones de seguridad para transportistas y transeúntes. Los primeros vehículos que pasaron por la nueva Alsina comprobaron la diferencia: un tránsito más fluido y sin sobresaltos.
Vecinos de la zona manifestaron su satisfacción: “Antes era un tormento pasar por acá, ahora sentimos que por fin se escuchó el reclamo”. Para los empresarios, el impacto es aún más profundo, ya que la calle es uno de los accesos principales para camiones y furgones que abastecen a la zona industrial. Menos demoras y menos roturas de vehículos significan un ahorro directo en costos operativos.
El sector empresarial, además, espera que la mejora de la infraestructura incentive la radicación de nuevas industrias y potencie el desarrollo de la zona. La accesibilidad vial es un factor clave para la competitividad, y una arteria renovada amplía las posibilidades de crecimiento económico y generación de empleo.
La obra también tiene un valor simbólico: representa una respuesta concreta a los reclamos ciudadanos en un contexto donde la infraestructura urbana muchas veces parece relegada. En este caso, la intervención directa demuestra que la inversión pública en vialidad puede cambiar la vida diaria de una comunidad productiva.
Con la habilitación de la nueva calle Alsina, Mendoza suma un paso más hacia la modernización de sus corredores industriales. Y aunque todavía quedan desafíos pendientes en materia de movilidad urbana, esta obra marca un hito que devuelve confianza y genera orgullo.