La gastronomía mendocina está de luto. Tras 70 años de actividad ininterrumpida, un icónico restaurante Mendoza ubicado en la Avenida San Martín, conocido como «El Rincón del Buen Gusto», anunció su cierre definitivo, lo que generó una profunda Tristeza en la sociedad. Este local histórico no era solo un lugar para comer; era un punto de encuentro de generaciones, un símbolo de la vida social y cultural del microcentro mendocino.
El gap de curiosidad es el motivo exacto del cierre. La Tristeza se debe a que «El Rincón del Buen Gusto» fue víctima de la implacable crisis económica. Sus dueños explicaron que la suba constante del precio de los insumos, la tarifa eléctrica y el alto costo de los alquileres hicieron insostenible el negocio, a pesar de seguir teniendo una clientela fiel. El restaurante Mendoza fue el hogar de las mejores milanesas a caballo y los postres de la abuela, y su pérdida se siente como la desaparición de una parte de la identidad gastronómica de la Ciudad.
La promesa de valor de esta nota es la historia del local y el impacto en el centro. Box Diario repasa la historia de este local histórico, que abrió sus puertas en 1955 y fue testigo de los grandes cambios de Mendoza. La Tristeza de los mendocinos es un reflejo de la crisis que atraviesa el comercio tradicional. El cierre del restaurante Mendoza deja un hueco en el paisaje urbano y es un recordatorio de que ni los negocios más arraigados están a salvo de la recesión. Los vecinos han iniciado una campaña en redes sociales pidiendo al municipio que declare al local «Patrimonio Cultural» para intentar salvarlo, pero la Tristeza parece haber ganado la batalla.
