La superestrella del reguetón, Karol G, desató una ola de indignación en las redes sociales al denunciar públicamente a una reconocida revista de moda internacional por la manipulación excesiva de su imagen en la foto de portada. La cantante, conocida por su mensaje de empoderamiento y aceptación corporal, utilizó sus plataformas para publicar la foto original junto a la versión retocada, evidenciando una diferencia abismal que ha provocado el repudio generalizado.
El mensaje de Karol G fue directo y cargado de indignación: «No me representa. Mi cara no se ve así, mi cuerpo no se ve así.» La artista lamentó que, a pesar de su esfuerzo por mostrarse natural y real, los medios sigan recurriendo al photoshop para ajustarla a un estándar de belleza irreal e inalcanzable.
La indignación de Karol G resuena con un movimiento creciente contra la tiranía de la imagen perfecta en los medios. La manipulación digital borró imperfecciones naturales, adelgazó su rostro y retocó su cintura, transformando a la artista en una versión plástica y falsa de sí misma. Este acto, según la cantante, es una traición a su mensaje y a sus seguidoras.
El mensaje de Karol G se convirtió en un manifiesto viral que generó miles de comentarios de apoyo, especialmente de jóvenes mendocinas que luchan contra los problemas de autoestima generados por la comparación con imágenes retocadas. Su indignación es la voz de una generación que exige autenticidad y que rechaza la hipocresía de la industria de la moda.
La revista, por su parte, emitió un tibio comunicado alegando «libertad artística» en el proceso de post-producción, una explicación que solo sirvió para aumentar la indignación. El caso de Karol G es un hito: una de las artistas más influyentes del mundo se planta contra el retoque digital, reafirmando que la belleza real es la que no necesita filtros.




