La mediática Cinthia Fernández, que se encuentra estudiando abogacía, promocionó en redes sociales un «trabajo polémico» que le valió fuertes críticas. La situación desató una vergüenza pública y complicó la situación de su pareja, un político conocido.
Cinthia Fernández es una figura mediática que, en los últimos años, ha diversificado su imagen, incursionando en la política y, más recientemente, en el estudio de la abogacía. Sin embargo, su última publicación en redes, promocionando un «trabajo polémico» relacionado con su futura profesión, ha desatado una ola de críticas y una justificada vergüenza que ha afectado a su entorno personal y político.
El «trabajo polémico» consistió en la promoción de un servicio de «gestoría legal exprés» que, según la crítica, rozaba la práctica ilegal de la profesión, ya que ella aún no es abogada matriculada. Lo que desató la vergüenza fue que Cinthia Fernández utilizaba un lenguaje ambiguo que podía confundir a sus seguidores, dando a entender que ya tenía la capacidad de resolver problemas legales complejos.
La situación generó una profunda vergüenza en el ámbito del derecho, con colegios de abogados instándola a clarificar su rol. El escándalo se potenció porque la vergüenza salpicó a su pareja, un político que milita en la oposición. El hecho de que una figura cercana al círculo político promueva un servicio que parece ser una trampa para los ciudadanos es un golpe a la imagen de la pareja y a la seriedad de su militancia.
La vergüenza de Cinthia Fernández no es solo personal, sino una reflexión sobre el uso de la popularidad en las redes. El influencer tiene una responsabilidad ética que a menudo es olvidada en la búsqueda de ganancias rápidas. El trabajo polémico es un claro ejemplo de la delgada línea entre la promoción personal y la infracción legal.
La promesa de la nota es cumplida al exponer el trabajo polémico (la gestoría legal exprés) y la vergüenza que genera al complicar a su pareja y al rozar la práctica ilegal de la abogacía. Cinthia Fernández deberá ser más cuidadosa en el futuro para evitar que su imagen se vea empañada por escándalos de vergüenza pública.
