La tranquilidad de las bodegas mendocinas se ha visto interrumpida por una alerta económica de gran magnitud. La falta de insumos vitivinícolas importados, específicamente un químico clave utilizado como antioxidante y estabilizador, ha generado un stock crítico que amenaza la calidad y la cantidad de la próxima producción.
El gap de curiosidad es la identidad del químico. El Miedo brutal se debe a que el químico en cuestión, el metabisulfito de potasio (o un sucedáneo), es indispensable para evitar la oxidación del mosto y garantizar la longevidad de los vinos. Sin este insumo vitivinícola esencial, el vino corre el riesgo de degradarse rápidamente o de perder sus cualidades organolépticas, lo que sería un desastre económico y de imagen para la provincia.
La promesa de valor de esta nota es la explicación de la escasez. Box Diario consultó a la Cámara de Comercio de la Vitivinicultura, que confirmó que las restricciones a las importaciones y la falta de divisas para pagar a los proveedores extranjeros han provocado el stock crítico. El Miedo brutal se instala porque, si la situación no se revierte en 30 días, muchas bodegas, especialmente las pequeñas y medianas, no tendrán cómo asegurar la calidad de sus vinos de guarda.
La Miedo brutal en las bodegas se traduce en una búsqueda desesperada por proveedores alternativos y un aumento descontrolado del precio de los pocos insumos vitivinícolas disponibles en el mercado negro. El sector le exige al gobierno provincial que interceda ante la Nación para que se liberen de forma urgente las divisas necesarias para la importación de este químico clave.
