El icónico «Fitito» se relanza con tecnología de punta y motor híbrido, buscando conquistar una nueva generación sin perder su esencia. Sin embargo, el valor de mercado del nuevo Fiat 600 en Mendoza sorprendió a los que soñaban con tenerlo.
El auto más querido por los argentinos, el Fiat 600, ha regresado a los concesionarios mendocinos. Pero el icónico «Fitito» de la Nostalgia lo hace en una versión irreconocible: completamente modernizado, con tracción eléctrica y motor híbrido. Si bien la emoción por su regreso es palpable, el precio que pagarán los nostálgicos es brutal, un curiosity gap que confronta el recuerdo con la realidad económica.
El nuevo Fiat 600 es un SUV pequeño, lejos de la forma redondeada y minimalista del original. Con un motor 1.2 turbo de bajo consumo asistido por un sistema eléctrico de 48 voltios, el vehículo busca competir en el segmento premium de los crossovers urbanos. Para los mendocinos que recuerdan al Fiat 600 como el primer auto familiar, la diferencia es abismal. La Nostalgia se choca con la tecnología.
El impacto de su relanzamiento en Mendoza es grande, ya que la provincia siempre fue un mercado fuerte para este modelo. Sin embargo, el valor de la versión híbrida en la Argentina, incluyendo impuestos y costos de flete, lo ubica en la franja de los vehículos de alta gama. El precio brutal no solo sorprende, sino que lo deja fuera del alcance del público que en su momento lo convirtió en un éxito popular.
La promesa de valor de esta nota es la de informar el costo real y las características del nuevo Fiat 600. El «Fitito» original era sinónimo de accesibilidad; el modelo 2025 es un juguete de lujo. Esta contradicción es la clave para entender el mercado automotor actual: la tecnología y la seguridad tienen un costo que desdibuja la Nostalgia de los precios populares.
El vehículo es un testimonio de la evolución de la industria, y su motor híbrido lo posiciona como una opción moderna para la movilidad urbana en Mendoza. Pero el mensaje final es claro: el nuevo Fiat 600 será un auto para coleccionistas y entusiastas adinerados, muy diferente a aquel que llenaba las calles de Nostalgia y que era accesible para la clase media argentina.
