Por que se festeja el Dia del hermano, en el día de hoy, Argentina celebra el Día del Hermano, una jornada dedicada a honrar los lazos fraternales, ya sean de origen genético o espiritual. A diferencia de la mayoría de los países que eligen el 5 de septiembre para esta celebración, en Argentina se ha optado por el 4 de marzo para resaltar la conexión especial entre hermanos, sea por la sangre que comparten o por la afinidad que los une.

La palabra «hermano» tiene sus raíces en el latín «germanus» (germen), que significa verdadero y exacto. Este término engloba a personas conectadas por lazos consanguíneos o de afinidad, compartiendo uno o ambos padres. Es una de las relaciones familiares más trascendentales, caracterizada por una conexión emocional profunda.
En diversas culturas, la hermandad se extiende a aquellos que comparten experiencias desde la infancia hasta la juventud, recibiendo la misma educación y formación. Pero también se considera hermanos a aquellos que, sin tener lazos de sangre, mantienen una relación cercana y afectuosa. En algunas creencias religiosas, como el cristianismo, el término «hermano» se emplea para referirse a quienes comparten la misma fe o creencia.
Por que se festeja el Dia del hermano
La elección del 4 de marzo para celebrar el Día del Hermano en Argentina, en contraste con el 5 de septiembre en otros lugares, se debe al fallecimiento de la Madre Teresa de Calcuta, quien dedicó su vida a realizar obras sociales en todo el mundo, llevando paz y consuelo junto a sus hermanas a personas necesitadas y desamparadas.

Esta celebración destaca no solo la relación entre hermanos de sangre o crianza, sino también la hermandad espiritual compartida con aquellos que comparten vivencias, fe o creencias similares. Es un día para celebrar la fraternidad entre todos los seres humanos, reconociendo que, al final del día, todos somos hermanos.
La mejor forma de conmemorar este día es celebrando con nuestros hermanos, ya sea en familia o con aquellos a quienes consideramos hermanos de espíritu. Podemos compartir un mensaje, hacer una llamada, disfrutar de una buena comida o dar un paseo juntos. Agradezcamos a la vida por brindarnos personas con las que podemos contar en los buenos y malos momentos, unidas por un vínculo fuerte, ya sea de sangre o de espíritu.




