Un ranking de plataformas digitales reveló que la Generación Z está escuchando masivamente a íconos del rock nacional que pensábamos olvidados. Este giro musical inesperado despierta la curiosidad por entender su nueva forma de consumir cultura.
Mientras el trap y el reguetón dominan las playlists globales, en Argentina se ha detectado una tendencia musical inesperada que ha generado gran curiosidad: la Generación Z está redescubriendo y escuchando masivamente a los pilares del rock nacional clásico, figuras como Charly García, Fito Páez y Soda Stereo.
El «ranking» revelador provino de plataformas como Spotify y YouTube Music, que mostraron un aumento exponencial en el consumo de álbumes de los ’80 y ’90 por parte de usuarios menores de 25 años. La curiosidad de los sociólogos se centra en el por qué. ¿Es una búsqueda de autenticidad frente al autotune? ¿O una respuesta nostálgica a una época que no vivieron?
La clave de esta tendencia radica en el mensaje de las letras. Los temas del rock nacional abordan la protesta social, la búsqueda de identidad y la crítica política con una profundidad que, según los jóvenes, no encuentran en la música mainstream actual. Para la Generación Z, que está altamente politizada y preocupada por el futuro económico y social de Argentina, las letras de Los Redondos o Sumo resuenan con una relevancia sorprendente.
Este fenómeno también se potencia por el efecto soundtrack en las redes sociales. Canciones de rock clásico son utilizadas en TikToks y Reels para contextualizar videos sobre la situación actual, dándoles un nuevo significado y alcance. El algoritmo, en este caso, se ha convertido en un curador de la historia musical argentina.
La promesa de la nota es cumplida al explicar que este giro musical no es un capricho, sino una forma de la Generación Z de conectar con una identidad cultural profunda y buscar sentido en un contexto de crisis. La curiosidad se mantendrá, pero la evidencia es clara: el rock nacional sigue vivo, reflotado por una generación que no lo había vivido.
