El consumo de alimentos procesados forma parte de la dieta diaria de la mayoría de los argentinos, atraídos por la conveniencia y el bajo costo. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Nature ha encendido una advertencia roja sobre un riesgo oculto que la población general ignora, un peligro que no está relacionado con el exceso de sodio o azúcares, sino con un aditivo que podría tener un impacto «mortal» a largo plazo: los emulsionantes sintéticos.
El «riesgo oculto» se encuentra en la composición de aditivos como la carboximetilcelulosa y el polisorbato 80, usados comúnmente en panificados industriales, helados, snacks y dressing para darles textura y prolongar su vida útil. La advertencia de los investigadores es que estas sustancias actúan como un «detergente» biológico en el intestino, dañando la capa de mucosa protectora y alterando gravemente la microbiota intestinal.
El consumo constante de estos alimentos procesados provoca una inflamación crónica de bajo grado. Esta inflamación, que es la advertencia silenciosa, es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades graves. Los gastroenterólogos de Mendoza confirman que están viendo un aumento de casos de permeabilidad intestinal y enfermedades inflamatorias del intestino que, si no se controlan, pueden convertirse en un riesgo «mortal» al aumentar las probabilidades de cáncer de colon y síndrome metabólico.
La advertencia es que los efectos no son inmediatos; se acumulan con el tiempo. El consumidor ve el sello negro en los envases por el exceso de azúcar o grasa, pero ignora la lista de ingredientes que contiene los emulsionantes. La clave para mitigar este riesgo oculto es el regreso a los alimentos procesados mínimamente, o a la comida casera.
La advertencia se dirige particularmente a los padres: la dieta infantil es la más vulnerable a estos aditivos, ya que los niños consumen una alta proporción de snacks y postres industriales. El riesgo oculto no está en la caloría, sino en la microbiota. La promesa de la nota es cumplida al identificar los emulsionantes como el riesgo oculto y la advertencia sobre la enfermedad intestinal. Es hora de leer la letra pequeña de los alimentos procesados y tomar en serio esta advertencia para la salud pública.
