Relación Abierta. La monogamia, para una creciente porción de la sociedad, se está redefiniendo. Una pareja bisexual en Latinoamérica se ha convertido en fenómeno viral al exponer los detalles más íntimos y sorprendentes de su relación abierta. Lejos del caos que muchos imaginarían, su vínculo se rige por un estricto «código interno» que dicta qué está permitido y, lo más intrigante, qué está absolutamente «prohibido» en sus interacciones con terceros.
La curiosidad se dispara al conocer el nivel de detalle de sus acuerdos. La pareja, que documenta sus reglas en plataformas como TikTok e Instagram, sostiene que la transparencia es la base de su éxito no monógamo. Pero el verdadero curiosity gap reside en la lista de prohibiciones, que demuestran que una relación abierta no significa un pase libre a la anarquía sexual y emocional.
Entre las reglas más insólitas y estrictas se encuentran: la prohibición de tener encuentros con personas del mismo sexo de forma individual; la obligatoriedad de que cualquier nuevo amante de uno, sea previamente conocido y aprobado por el otro; y, la más sorprendente, la prohibición de desarrollar sentimientos románticos o de compromiso a largo plazo con cualquier tercero. Es decir, el sexo está permitido, pero el amor y el vínculo profundo fuera de la pareja principal, es territorio vetado.
Los expertos en sexualidad consultados señalan que esta hiperregulación es una forma de compensar la inseguridad natural de un vínculo no monógamo. «Las reglas actúan como un corset emocional. Cuanto más compleja y riesgosa es la estructura, más estrictas son las normas para mantener el control y evitar el dolor», explica la psicóloga Cinthia Ruth.
El valor para el lector no es solo la curiosidad morbosa, sino la comprensión de cómo los nuevos modelos de pareja buscan reinventar el compromiso. Al revelar sus reglas, la pareja viral ofrece una ventana a un modelo de relación abierta que, aunque controvertido, exige más comunicación y límites que la monogamia tradicional. La lista de prohibiciones, paradójicamente, es el cimiento de su relación: el tabú interno que les permite explorar el placer externo sin destruir su núcleo.




