- El alimento que está en el centro de la controversia médica es el caldo concentrado en cubitos o polvo (o similar producto procesado rico en sodio y conservantes). Aunque su uso es una costumbre arraigada para «dar sabor», un nuevo meta-análisis publicado en el Journal of Hypertension advierte que su consumo regular se vuelve especialmente peligroso Prohibido después 50. El motivo no es el condimento en sí, sino su altísimo contenido de sodio y glutamato monosódico (GMS) que, combinados, tienen un efecto devastador y silencioso en el sistema cardiovascular.
- A medida que envejecemos, la elasticidad de nuestras arterias disminuye. La ingesta constante de sodio oculto en estos caldos provoca retención de líquidos y fuerza al corazón a trabajar bajo una presión sanguínea constantemente elevada. El estudio determinó que, en personas con más de cinco décadas de vida, el consumo frecuente de este producto se correlaciona con un riesgo un 40% mayor de desarrollar hipertensión arterial no controlada y un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular (ACV). Los médicos son claros: la alternativa es usar especias naturales (cúrcuma, pimentón, laurel) o preparar caldos caseros. La alerta está dada: el daño arterial que provoca esta costumbre alimenticia es difícil de revertir y la eliminación inmediata de este ingrediente de la dieta es la única forma de proteger el corazón a largo plazo.
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