El crimen sin resolver de la joven [Nombre de la víctima], ocurrido hace seis meses en Guaymallén, ha tomado un giro escalofriante. Fuentes cercanas a la investigación judicial revelaron a Box Diario la existencia de una pista oculta que la Policía de Mendoza y la Fiscalía temen revelar públicamente por el Pánico que podría desatar en la comunidad.
La pista oculta es un patrón: la unidad de análisis de conducta de la policía determinó que el asesino dejó una «firma» específica en la escena del crimen que sugiere una motivación que va más allá del robo o la agresión aleatoria. El detalle exacto se mantiene en reserva, pero el análisis indica que la víctima cumplía con un perfil muy particular, lo que sugiere que el agresor no actuó al azar, sino que eligió a su blanco bajo un criterio específico y aterrador.
El Pánico de la policía se debe a que la revelación de este patrón podría hacer que miles de mendocinas se sientan identificadas y desatar una ola de terror. Revelar la pista oculta también podría alertar al asesino, que ha logrado evadir la justicia durante meses. La estrategia actual es usar la información internamente para crear un perfil de riesgo.
Este crimen sin resolver ya generó Pánico por la brutalidad del ataque. Ahora, la confirmación de un posible asesino serial o un depredador que opera con un método selectivo eleva la alarma al máximo nivel. Los investigadores están revisando todos los casos similares de la última década en Cuyo para encontrar coincidencias en la «firma» del victimario.
El mensaje oficial es de «prudencia» y «confianza en el trabajo forense». Sin embargo, el silencio sobre la pista oculta es un indicio de la gravedad de la situación. El Pánico se cierne sobre Mendoza, y la comunidad exige saber la verdad sobre el crimen sin resolver para poder protegerse de un depredador que, según la evidencia, ya está planeando su próximo movimiento




