El principal centro asistencial de la provincia, el Hospital Central Mendoza, atraviesa una crisis de saturación que se traduce en Angustia para los mendocinos. La guardia de emergencias, que debería ser un refugio de contención, se ha convertido en un laberinto de esperas interminables y escasez de camas.
El gap de curiosidad es la causa real del colapso. La Angustia se debe a que la saturación del Hospital Central Mendoza no es solo por la demanda, sino por una ola de renuncias de personal de enfermería y técnico que reclaman mejoras salariales. La falta de personal ha obligado a cerrar temporalmente algunas salas, trasladando la presión a la guardia.
La promesa de valor de esta nota es la voz de los pacientes. Box Diario recogió testimonios de pacientes que describen el panorama: personas mayores esperando en sillas de plástico durante horas, sin información clara sobre su turno. El Hospital Central Mendoza está al límite.
