El Este provincial mendocino se ha despertado con una noticia que genera repulsión e indignación en toda la comunidad educativa: la detención in fraganti de un Docente Detenido que filmaba a alumnas dentro de un colegio. El hecho, confirmado por fuentes policiales y judiciales, es un quiebre de la confianza social más básica y expone una verdad aberrante que nadie quiere aceptar: que un educador utilice su posición para vulnerar la intimidad de menores.
La detención del Docente Detenido se produjo gracias a una rápida alerta interna de la institución. Según el informe preliminar, el profesor fue sorprendido mientras utilizaba un dispositivo de grabación oculto en un sector reservado del establecimiento, lo que de inmediato puso en marcha el protocolo de la Dirección General de Escuelas (DGE). La DGE, por su parte, ha manifestado su absoluto repudio y ha iniciado los trámites para la separación inmediata del cargo.
El verdadero horror reside en el análisis del material incautado. La Justicia, que maneja el caso bajo estricto hermetismo para proteger a las víctimas menores de edad, está peritando los dispositivos electrónicos del Docente Detenido para determinar la cantidad de horas de grabación y, más importante, la posible difusión o almacenamiento de las imágenes. Este es el punto que más repulsión genera: la posibilidad de que el delito sea solo la punta del iceberg de una conducta sistemática.
Este escándalo no es solo un hecho policial; es una herida profunda en el sistema educativo que requiere una respuesta contundente. La seguridad de los estudiantes en Mendoza debe ser innegociable. Los padres y la comunidad exigen saber qué protocolos fallaron y cómo una persona con estas tendencias pudo estar al frente de un aula. La repulsión se transforma en un pedido de justicia rápida y ejemplar, que envíe un mensaje claro a toda la provincia: no hay lugar para estos crímenes en los espacios de formación. El colegio del Este se enfrenta ahora al difícil proceso de restaurar la confianza y garantizar un ambiente seguro para todos sus alumnos.
