Un objeto espacial capturado por la gravedad terrestre está orbitando con nosotros, creando la ilusión de una segunda Luna natural. Los científicos de la NASA explicaron por qué este fenómeno solo durará unas décadas más y su nombre oficial.
El cielo nocturno, observado desde Mendoza, pronto ofrecerá un espectáculo sin precedentes que generará asombro global. La NASA ha confirmado la existencia de un objeto espacial que, aunque no es una Luna en el sentido estricto, actúa como un segundo satélite natural temporal. Este fenómeno, un asteroide capturado por la gravedad terrestre, permanecerá en nuestra órbita, creando la ilusión de «dos Lunas» iluminando el firmamento hasta el año 2083.
El objeto en cuestión ha sido bautizado científicamente como un «mini-moon» o, más formalmente, un cuasi-satélite. A diferencia de nuestra Luna permanente, este asteroide no orbita directamente alrededor de la Tierra, sino que sigue un patrón orbital complejo sincronizado con nuestro planeta alrededor del Sol. En términos sencillos, viaja con nosotros. Lo que causa asombro es que las simulaciones de la NASA indican que el asteroide es lo suficientemente grande y cercano para ser potencialmente visible con telescopios de aficionado o binoculares potentes en momentos específicos del año.
El descubrimiento, si bien no implica un riesgo de impacto, es crucial para la comprensión de la dinámica orbital y la captura de objetos cercanos a la Tierra. Los astrónomos de la NASA han determinado que esta «segunda Luna» es una visitante temporal. Se estima que su trayectoria es inestable y que, para 2083, la atracción gravitacional del Sol la liberará de nuestra órbita para continuar su viaje solitario por el espacio.
El sentimiento de asombro se apodera de la comunidad científica y de los observadores del cielo. Para los mendocinos, una provincia con cielos limpios y escasa contaminación lumínica en la precordillera, este fenómeno ofrece una oportunidad única para la observación astronómica amateur durante las próximas décadas. El concepto de dos Lunas en el cielo ha sido siempre un elemento de ciencia ficción. La ciencia nos confirma que, por un tiempo limitado, será una realidad observable, un motivo de asombro y fascinación para toda una generación.
