Una sentencia civil sin precedentes en Mendoza beneficia a más de 500 damnificados por los aumentos desmedidos de los planes de ahorro. La clave del fallo es la «Teoría de la Imprevisión» y podría sentar jurisprudencia en todo el país.
Un fallo de la Justicia Civil de Mendoza ha generado una ola de Justicia y Alegría entre miles de damnificados por los aumentos desmedidos de los plan de ahorro automotores. La sentencia, catalogada como ejemplar, obliga a una de las automotrices más grandes del país a recalcular las cuotas de más de 500 mendocinos, lo que podría significar una recuperación de hasta el 40% del monto total pagado en los últimos años.
El curiosity gap es el fundamento legal detrás de este logro. El tribunal aplicó la «Teoría de la Imprevisión», un principio del derecho civil que permite revisar un contrato cuando las circunstancias económicas cambian drásticamente, volviendo el cumplimiento excesivamente oneroso para una de las partes. En este caso, el aumento de la cuota del plan de ahorro, muy superior al índice de salarios, fue considerado abusivo.
La importancia del fallo mendocino reside en que sienta un precedente crucial para miles de afectados en todo el país. No se trata solo de congelar la cuota; se trata de recalcular el valor del vehículo de referencia al momento de la firma, aplicando una fórmula más justa y devolviendo lo cobrado de más. El fallo es una victoria de la Justicia del consumidor frente al poder concentrado de las automotrices.
Para el mendocino que paga o ha pagado un plan de ahorro, la promesa de valor de esta noticia es inmediata: la posibilidad de iniciar o sumarse a un reclamo con bases legales sólidas. Box Diario explica que el primer paso es contactar a la Defensa del Consumidor o a un abogado especialista, ya que la sentencia abre la puerta a reclamos individuales y colectivos.
El fallo no solo afecta a los planes activos, sino que también establece pautas para la liquidación de los planes caídos o rescindidos, donde las empresas suelen retener un porcentaje alto del dinero. Esta sentencia devuelve la Justicia a los consumidores que vieron cómo el sueño del auto propio se convertía en una pesadilla económica. Es un caso que demuestra que, incluso frente a gigantes corporativos, la ley puede proteger a los ciudadanos si se aplica la Justicia con rigor y perspectiva social.




