La última jornada cambiaria antes de la veda electoral se cerró con un dato que ha disparado la Preocupación en el sector económico y financiero: el Dólar Oficial superó la barrera simbólica de los $1.500, acumulando una suba de $40 en apenas cinco días. Este valor récord, aunque esperado por algunos analistas, inyecta una dosis extra de incertidumbre en la previa de las elecciones, impactando directamente en las reservas y, lo que es más crucial para el ciudadano común, en la formación de precios.
El movimiento alcista es una respuesta directa a la volatilidad política y a la falta de dólares frescos en el Banco Central. Los operadores del mercado están «cubriendo posiciones» ante la Preocupación por el resultado del domingo, que definirá la hoja de ruta económica del país. La suba del Dólar Oficial no solo encarece las importaciones, sino que presiona sobre los precios de productos esenciales, desde alimentos hasta combustibles, acelerando la inflación en la recta final del año.
Rodolfo Santangelo, uno de los economistas más consultados por el Círculo Rojo, fue categórico: «Vamos a un tipo de cambio más alto». Este pronóstico se basa en la necesidad de corregir el atraso cambiario y la escasa liquidación de divisas por parte del campo, que espera mejores condiciones post-electorales. La Preocupación central es que el rally del dólar continúe, independientemente del resultado de las urnas, forzando al gobierno a tomar medidas drásticas.
Las microeconomías de las provincias, incluida Mendoza, sufren el impacto de esta escalada. El sector vitivinícola y el turismo, si bien se benefician parcialmente de un tipo de cambio alto en las exportaciones, ven encarecerse sus insumos y sienten el golpe en el consumo interno. La Preocupación de los empresarios mendocinos es que la incertidumbre post-electoral paralice las inversiones y las reservas de precios.
El Banco Central intervino con cautela durante la semana para evitar un salto más brusco, pero el margen de maniobra es limitado. La mirada de los argentinos está puesta en el Dólar Oficial porque es el termómetro de la estabilidad. La barrera de los $1.500 no es solo un número; es el símbolo de una economía en tensión máxima, donde la Preocupación por el futuro inmediato se siente en cada góndola de supermercado y en cada transacción financiera.




