El gigante de América, el Aconcagua, se ha vuelto más inaccesible que nunca. El Parque Provincial Aconcagua, administrado por la Secretaría de Ambiente de Mendoza, implementó una restricción inédita y temporal en el acceso a la cumbre por la ruta normal, lo que desató una profunda Angustia y una ola de cancelaciones entre los andinistas internacionales justo al inicio de la temporada alta.
El gap de curiosidad es el motivo geológico que obligó a la restricción. La Angustia se debe a que la restricción inédita en el Aconcagua fue causada por la inestabilidad de un glaciar clave ubicado en la zona de Plaza de Mulas. Expertos en glaciología confirmaron que el cambio climático y el aumento de las temperaturas han provocado una acelerada pérdida de hielo en esa zona, lo que genera grietas profundas y un alto riesgo de avalancha y caída de rocas. Esta situación de peligro hizo que las autoridades tomaran la difícil decisión de cerrar temporalmente la ruta normal, que es la más utilizada por la mayoría de los andinistas.
La promesa de valor de esta nota es la alternativa y el impacto económico. Box Diario consultó a las empresas de expediciones, que confirmaron la Angustia de los clientes que pagaron miles de dólares por el ascenso. La restricción inédita del Aconcagua implica que los andinistas deben optar por la ruta alternativa (la del Valle de Vacas), que es más larga, más técnica y requiere un permiso especial y equipo adicional, lo que no estaba en sus planes originales. El impacto económico en las agencias de turismo de alta montaña mendocinas es considerable, ya que muchos clientes han optado por cancelar sus viajes. Sin embargo, la medida es un acto de responsabilidad que prioriza la vida humana ante el peligro real que representa la inestabilidad del glaciar. La Angustia de los andinistas por no poder conquistar la cumbre del Aconcagua se contrapone con el Alivio de saber que se evitó una tragedia potencial.




