crisis River. El fútbol argentino está viviendo un giro dramático y los fanáticos de Boca Juniors sienten una mezcla de ansiedad y euforia contenida. Mientras el Xeneize se prepara para jugar su partido pendiente ante Barracas Central, el clásico rival, River Plate, atraviesa una crisis River deportiva sin precedentes bajo el ciclo de Marcelo Gallardo, una situación que Boca tiene la obligación de capitalizar.
El traspié de River en la Copa Argentina, sumado a una racha de malos resultados en el torneo local que lo tienen fuera de los puestos de clasificación a copas internacionales, ha generado un ambiente de tensión en Núñez. La palabra «crisis» ya no es un tabú y los jugadores son el principal blanco de las críticas de los hinchas.
La Final de Boca de Hoy
Este lunes 27 de octubre, Boca Juniors tiene una cita ineludible. El partido postergado ante Barracas Central no es un encuentro más, es una verdadera final para el club. De conseguir la victoria, el equipo no solo sumaría tres puntos vitales para acercarse a los playoffs del torneo, sino que, lo más importante, daría un salto significativo en la tabla anual que define las clasificaciones a la Copa Libertadores 2026.
Una victoria de Boca lo pondría por encima de River en la tabla acumulada, un hecho que, aunque no garantiza nada, sí inyectaría una dosis de moral inigualable en el vestuario. «La crisis River es su problema, nuestra oportunidad,» comentó un exjugador Xeneize. «El fútbol es momento. Si River cae, Boca debe levantarse.»
La ansiedad en el mundo Boca es doble: por un lado, la necesidad de ganar para revertir su propia irregularidad; por otro, la chance inmejorable de aprovechar el peor momento de su clásico rival. La obligación del plantel hoy es salir a la cancha con la mentalidad de que cada punto es un golpe de gracia a la moral Millonaria y un paso firme hacia la estabilidad deportiva.




