A pesar de los años de sequía que azotan la provincia, un nuevo informe sorpresivo del Departamento General de Irrigación sobre la acumulación nívea proyecta una situación inusual para los meses de deshielo que se avecinan. El pronóstico nieve Mendoza indica una reserva inesperada en la alta montaña, desatando una gran Esperanza en el sector agrícola.
El agua es la vida de Mendoza, y la sequía que ha persistido por más de una década se sentía como una condena. Sin embargo, un informe sorpresivo emitido por las estaciones de medición de alta montaña ha roto el ciclo de malas noticias. El pronóstico nieve Mendoza para la temporada de deshielo no solo es mejor que el año pasado, sino que indica una reserva hídrica inesperada que ha inyectado una gran dosis de Esperanza a la provincia, especialmente en los sectores agrícola y vitivinícola.
El gap de curiosidad radica en el factor climático que causó este cambio. La Esperanza se debe a que el informe sorpresivo no solo proyecta una mayor cantidad total de nieve, sino que la acumulación se ha dado en capas más densas y compactas, lo que es técnicamente crucial. El agua contenida en esta nieve densa garantiza un proceso de deshielo mucho más lento y sostenido en el tiempo. Esto significa que los cauces de los ríos no recibirán un golpe de agua puntual, sino un caudal constante a lo largo de los meses de verano, lo que mejora la eficiencia del riego. El pronóstico nieve Mendoza detalla que los principales beneficiados serán las cuencas del Río Tunuyán y el Río Atuel, que históricamente han sido las más afectadas por la escasez.
La promesa de valor de esta nota es el impacto directo en la producción. Box Diario consultó a ingenieros agrónomos y productores del Oasis Norte y Este, quienes recibieron el informe sorpresivo con gran Esperanza. La posibilidad de aumentar, aunque sea mínimamente, los cupos de riego para la próxima temporada se percibe como un verdadero salvavidas para viñedos y frutales. Este stock de agua inesperado también tiene un impacto positivo en el turismo de nieve, anticipando una mejor temporada para los centros de esquí del sur mendocino. La Esperanza es tan fuerte que ya se están revisando los planes de siembra para el próximo ciclo, que habían sido ajustados a la baja. El factor determinante, según los expertos, fue un patrón de tormentas atípico en el mes de septiembre, que depositó grandes cantidades de nieve a altitudes extremas, donde la evaporación es mínima. Este informe sorpresivo es un recordatorio de que, a pesar de la crisis climática, la Cordillera de los Andes sigue siendo la reserva vital de Mendoza.




