El patrón de inestabilidad detectado por el satélite en el Océano Pacífico indica una alta probabilidad de desarrollo de supercélulas de granizo, las más destructivas para la agricultura y la ciudad. La alerta meteorológica siembra el miedo entre los productores mendocinos por una posible pérdida total de la cosecha.
La temporada de primavera-verano en Mendoza siempre viene acompañada de la amenaza de tormentas intensas y el temido granizo. Sin embargo, los últimos análisis satelitales y modelos predictivos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) han detectado un patrón de tormentas anómalo que ha elevado la preocupación a niveles de miedo en la provincia. El dato clave es la inusual intensidad de los flujos de humedad provenientes del Amazonas y la persistencia de una baja presión en el Pacífico, condiciones que son el caldo de cultivo para fenómenos de una violencia extrema.
El foco del miedo reside en la alta probabilidad de formación de supercélulas –el tipo de tormentas más organizadas y violentas, capaces de generar granizo de gran tamaño y ráfagas de viento devastadoras. El satélite GOES-16 ha estado monitoreando la evolución de las masas de aire, y los datos muestran un acoplamiento perfecto de cizalladura (cambio de dirección y velocidad del viento en la atmósfera) y humedad, condiciones que dan estabilidad a estas estructuras.
El Dr. Raúl Pérez, meteorólogo y consultor agrícola mendocino, alerta: «Lo que el satélite nos está mostrando no es una temporada de tormentas normales. El índice CAPE (Energía Potencial Convectiva Disponible) está por las nubes. Esto se traduce en granizo no solo de mayor tamaño, sino que cae con más velocidad y con mayor recurrencia. Esto es un peligro existencial para las zonas de vid, frutales y olivares, que no tienen tiempo de recuperarse entre evento y evento».
La violencia anticipada de estas tormentas no solo impacta en el campo; la ciudad también debe prepararse. Las lluvias intensas y concentradas en períodos cortos provocan inundaciones repentinas en áreas urbanas, saturando los sistemas de drenaje y poniendo en riesgo vehículos y propiedades. La Municipalidad de la Capital ya ha iniciado la limpieza de acequias y canales, pero la magnitud de las tormentas pronosticadas podría superar la capacidad de la infraestructura actual.
El miedo es el motor para la acción preventiva. La Subsecretaría de Agricultura ha emitido recomendaciones urgentes a los productores, incluyendo la revisión y refuerzo de mallas antigranizo. A nivel doméstico, la recomendación es evitar dejar vehículos a la intemperie durante los picos de alerta y asegurar cualquier objeto que pueda ser arrastrado o dañado por vientos fuertes. Este patrón de tormentas detectado por el satélite es un llamado urgente a la precaución, un recordatorio de que la naturaleza, impulsada por el cambio climático, exige respeto y preparación extrema en Mendoza.
