Un súbito y violento cambio climático provocó que una intensa nieve invernal cayera sobre zonas de baja altura en el Valle de Uco en pleno verano, un fenómeno que desorientó a los meteorólogos. Este evento climático anómalo y sin explicación ha causado gran sorpresa y preocupación por el impacto en la cosecha de vid.
El clima de Mendoza es conocido por sus veranos calurosos, ideales para la maduración de la uva. Sin embargo, un fenómeno de nieve absolutamente inusual y sin explicación científica clara golpeó el Valle de Uco en las últimas horas, dejando capas de copos blancos en zonas que históricamente solo ven lluvia en esta época del año. La nieve invernal en pleno verano ha causado una gran sorpresa y ha encendido las alarmas del sector vitivinícola.
El fenómeno ocurrió de forma tan abrupta que tomó por sorpresa a los productores. Una masa de aire polar extremadamente fría logró penetrar las defensas de la Cordillera, y al combinarse con una inestabilidad local, generó precipitaciones sólidas en zonas de Tupungato y Tunuyán, por debajo de los 1.000 metros sobre el nivel del mar. La caída de nieve duró apenas unas horas, pero fue lo suficientemente intensa como para cubrir los viñedos que estaban en plena etapa de cuaje.
El meteorólogo Federico Luján admitió la falta de una explicación sencilla. «Esto es un evento de extremo climático muy raro. No es un granizo. Es nieve invernal que no debería estar aquí en esta estación. La única hipótesis es que la alteración del Jet Stream Antártico, producto del cambio climático global, está llevando aire gélido a latitudes que antes eran impensables. No tenemos un modelo que lo prediga con esta antelación».
La sorpresa del evento se mezcla con la preocupación económica. La caída de nieve a principios del verano puede afectar la maduración de la uva. Si bien la capa de nieve se derritió rápidamente, el shock térmico en las plantas podría comprometer la cantidad y calidad de la próxima cosecha, especialmente en las uvas de ciclo corto. Los productores ya están evaluando los daños y la necesidad de aplicar tratamientos para mitigar el impacto.
Este fenómeno de nieve invernal en el verano mendocino es una muestra palpable de que el cambio climático ya está alterando los patrones meteorológicos de Mendoza. La sorpresa de ver nieve en los viñedos en esta época es un llamado de atención urgente sobre la necesidad de adaptar la agricultura y planificar estrategias de contingencia ante eventos sin explicación que se vuelven cada vez más comunes.




