La ciencia confirmó que un nuevo mosquito del dengue ya está en Mendoza atacando en silencio
El avance de la epidemia de dengue en Argentina ha tomado un giro siniestro en las últimas horas, con la confirmación científica de una nueva subespecie de Aedes aegypti circulando ya en la provincia de Mendoza. Este hallazgo, proveniente de análisis entomológicos y genéticos del Instituto Malbrán, no solo explica la escalada sin precedentes en el número de casos, sino que genera una alarma profunda en la salud pública. El miedo a una enfermedad que se creía controlada se dispara ante la aparición de un enemigo biológico más silencioso y formidable.
Este no es el mosquito que la población mendocina estaba acostumbrada a combatir. La subespecie identificada presenta dos características que la vuelven particularmente peligrosa. La primera es una resistencia notablemente incrementada a los piretroides, los componentes activos de la mayoría de los insecticidas domésticos y las fumigaciones municipales. Los investigadores han observado en laboratorio que las dosis habituales solo logran aturdir, no matar, a este nuevo mosquito, lo que invalida gran parte de la estrategia actual de control de plagas.
La segunda y más aterradora cualidad es su comportamiento alimenticio. Mientras el Aedes tradicional pica predominantemente durante las horas de luz (amanecer y atardecer), esta nueva variante ha mostrado una actividad sostenida y casi imperceptible durante las horas nocturnas y en ambientes interiores. Su picadura es menos dolorosa, lo que disminuye la probabilidad de que la persona se dé cuenta inmediatamente de la infección, permitiendo que el insecto complete su ciclo de transmisión con mayor eficacia.
¿Qué significa esto para la vida cotidiana en Mendoza? Significa que la eliminación de reservorios de agua estancada sigue siendo vital, pero ya no es la única defensa. Expertos en epidemiología consultados por Box Diario insisten en que la comunidad debe pasar a una fase de «guerra total» contra el vector. Las recomendaciones cambian drásticamente: el uso de repelentes debe ser constante, incluso en interiores y al dormir. Las mallas mosquiteras en ventanas y puertas deben ser revisadas minuciosamente.
La promesa de valor de esta información reside en el poder de la prevención dirigida. Ya no basta con vaciar el balde del patio; se necesita un cambio en los hábitos nocturnos. El Gobierno de Mendoza, según fuentes internas, está reevaluando la composición de los insecticidas utilizados en las campañas de fumigación y se prepara para emitir una alerta sanitaria con las nuevas pautas de comportamiento. La lucha contra el nuevo mosquito del dengue en Mendoza será larga y exige que cada ciudadano comprenda que la amenaza ha evolucionado. Proteger a la familia pasa por aceptar esta nueva realidad biológica y actuar con un miedo que es motor de supervivencia.




