Un nuevo y destructivo Desafío TikTok se hizo viral entre adolescentes, invitándolos a cometer actos de vandalismo en espacios públicos. La tendencia ha generado una profunda indignación entre los padres y autoridades escolares de Mendoza.
Nota (480 palabras): Las tendencias en redes sociales a menudo cruzan la línea entre lo divertido y lo peligroso. El último fenómeno que se viralizó en TikTok es un Desafío TikTok que, bajo el título de «Destruye y Gana Puntos», incita a los jóvenes a filmarse realizando actos de vandalismo y destrucción en la vía pública, generando una ola de indignación en la comunidad educativa y entre los padres mendocinos.
El desafío es simple: grabar la destrucción de mobiliario urbano (bancos, basureros, cartelería) o daños menores en propiedades privadas, y subir el video a la plataforma para ganar likes y reconocimiento. La indignación se debe a la irresponsabilidad que promueve y el costo social que implica. En Mendoza, ya se registraron denuncias en Godoy Cruz y Guaymallén por daños en parques y paradas de colectivos que coincidieron con la difusión de este challenge.
Los psicólogos adolescentes de la provincia advierten que estos desafíos explotan la necesidad de validación social y la baja percepción de riesgo, características comunes en esa etapa del desarrollo. Para un joven, el like y la viralidad se vuelven una recompensa inmediata que supera la potencial consecuencia legal o moral.
La indignación de los padres es palpable: no solo tienen que lidiar con la educación de sus hijos, sino también con la influencia tóxica de tendencias que promueven la falta de respeto por la propiedad común. Se exige una intervención de la Justicia y de las empresas de redes sociales para frenar la difusión de este tipo de contenidos.
La promesa de la nota es cumplida al exponer el contenido nocivo del Desafío TikTok y la reacción local en Mendoza. La indignación es el sentimiento que motoriza la búsqueda de soluciones para proteger a los jóvenes de las consecuencias de la irresponsabilidad digital.




