El optimismo económico inicial tras el triunfo de Javier Milei en las elecciones se vio interrumpido por un movimiento que generó una fuerte Preocupación en el mercado: el precio dolar blue revirtió su tendencia a la baja y experimentó un fuerte repunte en las últimas horas. Este salto del dólar paralelo, que se había mantenido estable en las 48 horas posteriores a la votación, es interpretado por los analistas como un termómetro de la desconfianza subyacente que aún persiste en la economía.
La Preocupación central radica en la velocidad y la magnitud del rebote. Si bien el dólar oficial se mantiene bajo un estricto control, la brecha cambiaria comenzó a ensancharse nuevamente, lo que dificulta la gestión de precios y la liquidación de exportaciones. La palabra clave precio dolar blue vuelve a dominar las conversaciones económicas, no solo en la city porteña, sino también en las mesas familiares de Mendoza.
Los economistas señalan dos factores principales detrás de este fenómeno. Primero, el desarme de posiciones de cobertura que ocurrió inmediatamente después de la elección fue exagerado. Segundo, el mercado está reaccionando a la Incertidumbre que genera la falta de anuncios concretos sobre el plan de estabilización, especialmente en lo referente a la unificación cambiaria y el ajuste fiscal. La Preocupación es que este repunte no sea un simple ajuste técnico, sino el inicio de una nueva corrida.
El nuevo equipo económico de Milei está bajo presión. El precio dolar blue es un indicador sensible de la expectativa inflacionaria. Cada subida alimenta las remarcaciones y posterga la tan anhelada estabilización. La estanflación sigue siendo el fantasma que acecha a la economía argentina, y el dólar blue es el principal mensajero de malas noticias. Los ojos están puestos en las próximas medidas del Banco Central y el Ministerio de Economía.
La Preocupación es una emoción dominante que impacta directamente en el bolsillo. La suba del precio dolar blue afecta el valor de los alimentos, los insumos importados y el costo de vida en general, lo que significa que la tan esperada tranquilidad económica sigue siendo una promesa pendiente.




