Colapinto F1. El Gran Premio de México de Fórmula 1 dejó un sabor amargo para el automovilismo argentino. Franco Colapinto F1, que venía de una prometedora racha de actuaciones, culminó la carrera en el puesto 16, justo detrás de su compañero de equipo, Pierre Gasly. Si bien terminó la carrera, su desempeño se vio opacado por la frustración ante la estrategia adoptada por su equipo, Alpine. Y el joven piloto no dudó en expresar su enojo públicamente.
«Peor no se puede ir», sentenció Colapinto en diálogo con la prensa, visiblemente molesto. El piloto no solo se quejó del rendimiento del monoplaza, que según él no estaba en condiciones competitivas, sino que apuntó directamente contra las decisiones tomadas desde el box del equipo francés. La frustración se hizo evidente cuando mencionó que, a pesar de tener un mejor ritmo que Gasly en las últimas vueltas, una orden o la falta de un Virtual Safety Car oportuno le impidió superarlo y, quizás, acercarse a la zona de puntos.
La interna entre Colapinto y Gasly ha sido un tema recurrente. El argentino, que busca asegurar su asiento para la próxima temporada, necesita demostrar una superioridad clara sobre su colega. El director deportivo de Alpine tuvo que salir a aclarar la situación, admitiendo que si no hubiera sido por el Virtual Safety Car tardío, se habría dejado a Colapinto intentar el sobrepaso. Sin embargo, para el argentino, las excusas llegaron tarde.
El palazo no terminó allí. Colapinto también dirigió sus dardos contra otro piloto sin nombrarlo, acusándolo de «siempre hacer lo mismo» en las largadas, en referencia a un incidente que lo perjudicó al inicio de la carrera. Esto demuestra que la presión por rendir en el más alto nivel del automovilismo es extrema y que el argentino no está dispuesto a quedarse callado.
La buena noticia es que, a pesar de la frustración, el inminente anuncio sobre el futuro de Colapinto F1 en Alpine parece confirmar su continuidad, gracias a su potencial y su valentía para desafiar a la escudería. Pero para un piloto que aspira a más, terminar en la última fila por estrategias cuestionables no es una opción. El desafío es transformar la frustración en un impulso para las carreras finales de la temporada.




