El «Matador» acumula 37 días sin actividad oficial y su ausencia se convirtió en un misterio para el cuerpo técnico y la hinchada Xeneize. Hay quienes aseguran que el problema físico es solo una parte de la compleja situación del delantero uruguayo.
Edinson Cavani, el fichaje estrella que ilusionó a la mitad de Argentina, vive un calvario de 37 días sin pisar una cancha de manera oficial. Lo que comenzó como una «molestia muscular» se ha transformado en un verdadero enigma en el mundo Boca, alimentando la frustración de los hinchas y el nerviosismo del cuerpo técnico. La versión oficial habla de una evolución lenta, pero el silencio que rodea al predio de Ezeiza esconde una verdad secreta que va más allá de un simple desgarro.
La Lesión Cavani, según pudo saber Box Diario, no es un único problema, sino una suma de factores que complican su regreso. En primer lugar, se trata de una tendinopatía de difícil manejo que, si bien no es grave, requiere una cautela extrema. El problema no es curarla, sino evitar la recaída. Cada vez que el «Matador» intenta aumentar las cargas en el entrenamiento, el dolor reaparece, forzándolo a volver a trabajar de forma diferenciada, como ocurrió esta mañana.
El factor psicológico es la otra cara de esta moneda. La presión por rendir a la altura de las expectativas generadas, sumada a la frustración de no poder ayudar al equipo en momentos clave, ha afectado el estado de ánimo del uruguayo. Fuentes internas aseguran que Cavani está trabajando con un especialista para gestionar esta carga emocional que, irónicamente, dificulta la relajación muscular y la cicatrización del tendón.
Existe, además, una diferencia de enfoque. Mientras el departamento médico de Boca Juniors presiona por una vuelta rápida, especialmente con el clásico frente a River Plate en el horizonte, el entorno del jugador insiste en una recuperación sin plazos. La preocupación de Cavani, y la de sus allegados, es que una recaída en esta instancia sea el golpe definitivo a su temporada.
La semana pasada, un entrenamiento de alta intensidad terminó con el delantero abandonando el campo antes de lo previsto. Este incidente encendió todas las alarmas y obligó a reajustar su plan de trabajo. Boca necesita imperiosamente al mejor Cavani, pero la realidad es que el delantero uruguayo parece estar atrapado en un círculo vicioso de dolencias y presiones. Su regreso, si bien se espera para la próxima semana, está sujeto a una «luz verde» que no solo es médica, sino también mental. El enigma de la Lesión Cavani sigue latente, y con cada día de ausencia, la frustración Xeneize crece.




