Tras el cierre y la quiebra de una de las industrias más conocidas de Mendoza, sus activos saldrán a remate por internet. El precio base fijado por la Justicia para la maquinaria y el mobiliario es tan bajo que generó asombro inmediato en el sector empresario.
El proceso de quiebra de la Fábrica Gonzalo, una histórica proveedora de insumos y servicios en Mendoza, ha llegado a su etapa final con el anuncio de una subasta online. La noticia, que en sí misma refleja el duro golpe de la crisis económica, se ha convertido en un suceso de asombro debido al irrisorio precio base con el que saldrán a la venta sus activos. Se trata de una oportunidad única para inversores que buscan adquirir maquinaria y mobiliario industrial a costos residuales.
La Fábrica Gonzalo se dedicaba a la metalurgia ligera y la producción de piezas específicas para la agroindustria mendocina. Tras años de dificultades financieras, la Justicia resolvió liquidar sus bienes a través de un remate electrónico que garantiza transparencia y amplia participación. El catálogo de la subasta incluye desde herramientas de precisión y tornos hasta mobiliario de oficina y equipos informáticos. Lo que causa asombro es que el precio de salida de varios lotes, especialmente los de oficina, no superan el valor de un almuerzo.
El objetivo de fijar un precio base tan bajo, según fuentes judiciales, es doble: por un lado, asegurar una venta rápida para cubrir parte de las deudas pendientes, y por otro, generar un efecto llamada entre los pequeños y medianos empresarios mendocinos. La venta al mejor postor comenzará en pocos días, y se espera que la competencia sea feroz, especialmente por la maquinaria pesada, que sí tiene un valor de mercado considerablemente superior al precio de inicio.
El asombro de la comunidad empresarial se mezcla con la tristeza por la pérdida de la Fábrica Gonzalo como fuente de empleo. Sin embargo, la subasta representa una inyección de activos para otras pymes de la provincia que podrán modernizar sus equipos con una inversión mínima. Este evento de liquidación es un espejo de la realidad económica: mientras una empresa histórica desaparece, el bajo precio de su quiebra genera una oportunidad de crecimiento para otra. Es una rueda de la fortuna capitalista que en Mendoza se sigue con gran interés y, por supuesto, con asombro.




